Un
padre que ama a su hijo, castiga a su hijo. Un padre que detiene el castigo,
odia a su hijo. Dios, el Padre perfecto, es el ejemplo de lo mismo.
Proverbios 3:11-12
11 No menosprecies, hijo mío, el castigo de
Jehová, Ni te fatigues de su corrección;
12 Porque Jehová al que ama castiga, Como el
padre al hijo a quien quiere.
Proverbios 13:24
El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.
Hebreos 12:5-11
5
y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige,
diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del
Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
6
Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como
a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
8
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido
participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres
terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos
mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos
disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de su santidad.
11 Es verdad que ninguna disciplina al presente
parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de
justicia a los que en ella han sido ejercitados.
Apocalipsis 3:19
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé,
pues, celoso, y arrepiéntete.
La
Biblia está llena de sabiduría para la crianza de los niños. Es importante instruirlos
siempre en el camino del Señor.
Efesios 6:4
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a
vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
Proverbios 22:6
Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Si
uno cría a un niño sabio será una alegría para sus padres, pero si cría a un niño
necio entonces será una tristeza para ellos.
Proverbios 10:1
Los proverbios de Salomón.
El hijo sabio alegra al padre,
Pero el hijo necio es tristeza de su madre.
Proverbios 17:21
El que engendra al insensato, para su tristeza lo
engendra;
Y el padre del necio no se alegrará.
Proverbios 17:25
El hijo necio es pesadumbre de su padre,
Y amargura a la que lo dio a luz.
La vara y
la corrección, junto con la instrucción en el camino del Señor, son la clave
para tener a un hijo sabio.
Proverbios 29:15
La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el
muchacho consentido avergonzará a su madre.
Proverbios 29:17
Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará
alegría a tu alma.
A pesar de
la opinión popular, la psicología, o la cultura, la Biblia nos enseña que un
hogar cristiano es uno donde los padres castigan corporalmente a sus hijos.
Proverbios 19:18
Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza;
Mas no se apresure tu alma para destruirlo.
Proverbios 22:15
La necedad está ligada en el corazón del
muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él.
Según
el diccionario de la RAE, una vara es una “rama delgada.” o “un palo largo y
delgado.”
La vara
inculca los principios del evangelio en tu hijo (enseñándole que la
desobediencia trae castigo le ayudará a entender que el pecado trae el castigo
eterno).
Proverbios 23:13-14
13 No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo
castigas con vara, no morirá.
14 Lo castigarás con vara, Y librarás su alma
del Seol.
Unos
consejos para el uso de la vara
- “La vara” nos da a entender que es un castigo físico corporal en el caso de comportamiento incorrecto (se le recomienda aplicarlo en las nalgas donde se puede sentir dolor sin hacerle ningún daño físico)
- Explícale bien al niño la ofensa y el castigo (el castigo es disciplinar…no es pegar o “sacarle la mugre”, esto parece más al abuso que la disciplina)
- Si el niño se porfía aun después del castigo, sigue castigándole, la vara aleja la necedad del muchacho
- Siempre sé justo y consistente (la inconsistencia es injusta, confunde al niño, y le provoca a ira)
- En frente de los niños ambos padres tienen que ser unidos, en el caso de que un cónyuge tiene que expresar desacuerdo con el otro se puede hacer en privado porque “si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.”
- Empieza a aplicar la vara en una edad temprana, una vez que el hijo entiende la palabra no (es variable con cada hijo)
- Aluda el buen comportamiento tanto como corriges lo malo; porque si no, el niño se creerá un fracaso
- Después de castigarle, reconcíliense y dale la oportunidad de obedecerte (en nuestra casa la reconciliación es pedir disculpas, ser disculpado, besarnos y abrazarnos); si el niño no está listo para reconciliarse y obedecerte es porque sigue porfiando
- Cada acción incorrecta viene de pensamientos, decisiones, y deseos incorrectos, tú tienes que encaminarle al niño en todas estas áreas, y esto requiere mucho más que una vara
- No amenaces con la vara, o la usas o no (el niño tiene que obedecerte porque eres el padre, no porque le estás amenazando)
- Si el castigo que aplicas deja una marca o todavía le duele al niño un rato después del hecho, lo estás haciendo mal, pide consejo de su pastor
- No le des más que una pura advertencia; si el hijo te desobedece hay que castigar esta decisión incorrecta (porque si no, le estás enseñando al niño que solo tiene que obedecerle a Dios la segunda o tercera vez que Él se repite)
- No levantes tu voz para que te haga caso (tenemos que obedecer a Dios la primera vez, aun cuando habla en “un silbo apacible y delicado”)
- Nunca castigues enojado ni apurado (es mejor mandarle a su pieza mientras piensas de un castigo justo; nunca olvides que es castigo y no venganza)
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