Tuesday, June 24, 2014

Así que, Ninguno se Gloríe en los Hombres

Las redes sociales muchas veces para mí me provocan a meditar profundamente. Es ahí donde con frecuencia las personas no refrenan sus lenguas y tú puedes ver lo que está en el corazón de las personas. Nuestra iglesia fue etiquetada en una foto de un líder de los Bautistas independientes en los EEUU que falleció hace unos años, Jack Hyles. No le conocí, y a la verdad yo me convertí a Cristo después de que él muriera. Ni había escuchado su nombre hasta entrar en el seminario. Mi esposa, quien fue criada como hija de pastor en una iglesia Bautista independiente me dijo que no había escuchado de él hasta entrar en el seminario. Sin embargo, es un líder que fue bastante importante para muchos y cuya influencia sigue impactando las vidas de muchos. De hecho, uno de los graduados de su seminario, quien ahora es el pastor de la iglesia que pastoreaba Jack Hyles, grandemente impactó mi vida. Él se llama John Wilkerson y tuvo una gran parte en mi entrenamiento para el ministerio, estaba en el concilio de mi ordenación, y él me casó con la Annie.

Este post de Facebook causó muchas emociones para muchos pero yo me quedé callado. Alguien comentó algo como “es triste que este hombre escondió su pecado y que sigue destruyendo su iglesia hasta el día de hoy.” Cuando esta persona dijo esto lo que siguió fue una gran pelea. Jack Hyles en su vida fue acusado de muchos escándalos: financieros, sexuales, familiares y mucho más. Honestamente, no sé qué pensar de este hombre. Yo he leído los reportajes acerca de él, y aun su propia hija Linda dio una charla en 2012 presentando a su papa como el líder de una secta falsa. Tristemente una otra hija de él se casó con Jack Schaap quien fue el sucesor de Jack Hyles y quien ahora está en la cárcel por tener relaciones sexuales con una jovencita menor de edad. Su hijo David ha sido acusado de innumerables escándalos sexuales. Como dije antes, la verdad es que yo no sé qué pensar de este hombre porque a pesar de todos los hechos que acabo de compartir tengo a muchos amigos y hombre estimados que niegan la veracidad de estas acusaciones.

No estoy escribiendo ahora para decir quién tiene la razón, así que si estás esperando esto puedes dejar de leer. Si las acusaciones son verdad, él tuvo que rendir cuentas a su Señor, y yo no soy su Señor (Romanos 14:4). Si no son veraces no quiero tener parte en difundirlas. Estoy escribiendo con otro propósito: para compartir tres peligros o errores en los cuales la gente involucrada en este debate puede caer.


1. La elevación de los hombres
Una de las personas que estaba defendiendo al Jack Hyles dijo, “no blasfemes la memoria de un siervo de Dios”. Usó la palabra “blasfemar” refiriendo al Jack Hyles. La palabra “blasfemar” es una palabra que se usa en la Biblia en alrededor de 70 versículos. La palabra es cuando uno habla algún tipo de ofensa o comete sacrilegio en contra del Dios viviente. En el diccionario RAE nos da a entender que también uno puede blasfemar en contra de otra persona, pero si estamos hablando acerca de la definición bíblica de la blasfemia entendemos que es específicamente en contra de Dios. A mi parecer, el usar la palabra blasfemia en referencia al Jack Hyles es nada menos que blasfemar. Él era un hombre, y nada más. Uno pensaría que fuéramos católicos por venerar tanto a un santo muerto. Dios es celoso y no comparte su gloria para con nadie. ¡A Cristo sea toda la gloria y honra y poder!

1 Corintios 3:21
Así que, ninguno se gloríe en los hombres…
Isaías 42:8
Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Apocalipsis 4:11
Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.


2. La intocabilidad de los pastores
Existe una enseñanza pentecostal que el pastor es “el ungido de Dios” y que tú no puedes tocarle (hablar en contra de él o cuestionarlo). Puede resultar en el ignorar a pecado y herejía en la vida de un pastor. A los proponentes de esa enseñanza les encanta usar estos versículos:

Salmo 105:15
No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.
1 Samuel 24:6
Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.

Hay muchos problemas con esta enseñanza, pero me preocupo mucho cuando oigo que hay pastores Bautistas que lo están enseñando. El problema principal es que el ungido de Dios era el rey de Israel, y el pastor de una iglesia no es un rey y la iglesia no es Israel. Además, en el nuevo testamento, cada hijo de Dios es ungido de Dios (1 Juan 2:27). No estoy enseñando que debemos tratar a los pastores sin respeto; creo todo lo contrario. El pastor es una autoridad puesta por Dios en una iglesia y la Biblia dice que hay que obedecerlo (Hebreos 13:17). Pero esa obediencia no es ciega; el momento en que el pastor contradice la Biblia es el límite de nuestra obediencia. Porque “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” (Hechos 5:29). No debemos tener una actitud crítica hacia ningun hermano, incluyendo al pastor. Pero él no es perfecto y lo que predica, cómo vive, y cómo lidera su iglesia es todo sujeto a la palabra de Dios. Cuando escuchamos a nuestro pastor predicando debemos seguir el ejemplo de los nobles cristianos en la Biblia que eran de Berea (Hechos 17:11). Ellos estaban felices y dispuestos de recibir la palabra de Dios. También ellos probaban todo lo que escuchaban con las escrituras para ver si era así, y esto lo hacían todos los días. Seamos como ellos.

1 Tesalonicenses 5:21
Examinadlo todo; retened lo bueno.


3. Las lealtades anti bíblicas
Yo creo que la tendencia humana es de escoger a un lado en la batalla. Queremos estar en el lado correcto. Queremos ganar. Las buenas noticias son que el cristiano está en el lado victorioso. El diablo es un enemigo ya vencido y si estamos por Cristo no podemos perder. La mala noticia es que en el campo cristiano siempre se ha generado divisiones y lealtades a otros que no sean Cristo. A veces estas divisiones se basan en dónde uno estudió, o en un hombre, o un compañerismo, o un equipo, y aun he observado divisiones y lealtades por una revista que se publica. Se convierte la comunión en el evangelio por la carnalidad. No hay otra palabra para describir esto que la palabra carnal.

1 Corintios 3:4
Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?