Este post de
Facebook causó muchas emociones para muchos pero yo me quedé callado. Alguien comentó
algo como “es triste que este hombre escondió su pecado y que sigue destruyendo
su iglesia hasta el día de hoy.” Cuando esta persona dijo esto lo que siguió fue
una gran pelea. Jack Hyles en su vida fue acusado de muchos escándalos: financieros,
sexuales, familiares y mucho más. Honestamente, no sé qué pensar de este
hombre. Yo he leído los reportajes acerca de él, y aun su propia hija Linda dio
una charla en 2012 presentando a su papa como el líder de una secta falsa.
Tristemente una otra hija de él se casó con Jack Schaap quien fue el sucesor de
Jack Hyles y quien ahora está en la cárcel por tener relaciones sexuales con una
jovencita menor de edad. Su hijo David ha sido acusado de innumerables escándalos
sexuales. Como dije antes, la verdad es que yo no sé qué pensar de este hombre
porque a pesar de todos los hechos que acabo de compartir tengo a muchos amigos
y hombre estimados que niegan la veracidad de estas acusaciones.
No estoy
escribiendo ahora para decir quién tiene la razón, así que si estás esperando
esto puedes dejar de leer. Si las acusaciones son verdad, él tuvo que rendir
cuentas a su Señor, y yo no soy su Señor (Romanos
14:4). Si no son veraces no quiero tener parte en difundirlas. Estoy
escribiendo con otro propósito: para compartir tres peligros o errores en los
cuales la gente involucrada en este debate puede caer.
1. La elevación
de los hombres
Una de
las personas que estaba defendiendo al Jack Hyles dijo, “no blasfemes la
memoria de un siervo de Dios”. Usó la palabra “blasfemar” refiriendo al Jack
Hyles. La palabra “blasfemar” es una palabra que se usa en la Biblia en alrededor de 70 versículos. La palabra
es cuando uno habla algún tipo de ofensa o comete sacrilegio en contra del Dios
viviente. En el diccionario RAE nos da a entender que también uno puede blasfemar
en contra de otra persona, pero si estamos hablando acerca de la definición bíblica
de la blasfemia entendemos que es específicamente en contra de Dios. A mi
parecer, el usar la palabra blasfemia en referencia al Jack Hyles es nada menos
que blasfemar. Él era un hombre, y nada más. Uno pensaría que fuéramos católicos
por venerar tanto a un santo muerto. Dios es celoso y no comparte su gloria
para con nadie. ¡A Cristo sea toda la gloria y honra y poder!
1 Corintios 3:21
“Así que, ninguno se gloríe en los hombres…”
Isaías 42:8
“Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no
daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.”
Apocalipsis 4:11
Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra
y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y
fueron creadas.
2. La intocabilidad
de los pastores
Existe una enseñanza
pentecostal que el pastor es “el ungido de Dios” y que tú no puedes tocarle (hablar
en contra de él o cuestionarlo). Puede resultar en el ignorar a pecado y herejía
en la vida de un pastor. A los proponentes de esa enseñanza les encanta usar
estos versículos:
Salmo 105:15
“No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis
mal a mis profetas.”
1 Samuel 24:6
“Y dijo a sus
hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de
Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová.”
Hay muchos problemas con esta enseñanza, pero me preocupo
mucho cuando oigo que hay pastores Bautistas que lo están enseñando. El
problema principal es que el ungido de Dios era el rey de Israel, y el pastor
de una iglesia no es un rey y la iglesia no es Israel. Además, en el nuevo
testamento, cada hijo de Dios es ungido de Dios (1 Juan 2:27). No estoy enseñando que debemos tratar a los pastores
sin respeto; creo todo lo contrario. El pastor es una autoridad puesta por Dios
en una iglesia y la Biblia dice que hay que obedecerlo (Hebreos 13:17). Pero esa obediencia no es ciega; el momento en que
el pastor contradice la Biblia es el límite de nuestra obediencia. Porque “Es necesario obedecer a Dios antes que a los
hombres.” (Hechos 5:29). No
debemos tener una actitud crítica hacia ningun hermano, incluyendo al pastor.
Pero él no es perfecto y lo que predica, cómo vive, y cómo lidera su iglesia es
todo sujeto a la palabra de Dios. Cuando escuchamos a nuestro pastor predicando
debemos seguir el ejemplo de los nobles cristianos en la Biblia que eran de
Berea (Hechos 17:11). Ellos estaban
felices y dispuestos de recibir la palabra de Dios. También ellos probaban todo
lo que escuchaban con las escrituras para ver si era así, y esto lo hacían todos
los días. Seamos como ellos.
1 Tesalonicenses 5:21
“Examinadlo todo; retened lo bueno.”
3. Las
lealtades anti bíblicas
Yo creo que la
tendencia humana es de escoger a un lado en la batalla. Queremos estar en el
lado correcto. Queremos ganar. Las buenas noticias son que el cristiano está en
el lado victorioso. El diablo es un enemigo ya vencido y si estamos por Cristo
no podemos perder. La mala noticia es que en el campo cristiano siempre se ha
generado divisiones y lealtades a otros que no sean Cristo. A veces estas
divisiones se basan en dónde uno estudió, o en un hombre, o un compañerismo, o
un equipo, y aun he observado divisiones y lealtades por una revista que se
publica. Se convierte la comunión en el evangelio por la carnalidad. No hay
otra palabra para describir esto que la palabra carnal.
1 Corintios 3:4
Porque diciendo el uno:
Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?