Monday, July 10, 2017

"A Mis Hijos Los Educo Yo"



Con toda la polémica del "Bus de Libertad", la popularización de la ideología de género, y las claras evidencias del agenda gay (como Nicolás tiene dos papas), se ha surgido un lema: "a mis hijos los educo yo". Estoy de acuerdo que "con mis hijos no se metan."

Entonces, en la educación que doy a mis hijos, ¿Qué les enseño? Quisiera compartir algunos de los valores que nosotros enseñamos a nuestros hijos en casa que pueden impactar cómo ellos responden a controversias como las que se discuten hoy en día en Chile.


1. Existen dos géneros y se determina el tuyo por tu ADN: ése se debiera reflejar hasta en tu apariencia [por ejemplo: tu pelo (1 Corintios 11:14-15) y la vestimenta (Deuteronomio 22:5)].
Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

2. El matrimonio es para un hombre y una mujer "hasta que la muerte nos separe", y el lecho matrimonial es el único lugar aceptable para las relaciones conyugales (el homosexualismo, bestialidad, pornografía, concubinato, adulterio, sexo antes del matrimonio, etc. son aberraciones).
Génesis 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

3. Debemos temer al Señor, y esto significa odiar los pecados míos y los de los demás (Proverbios 8:13).
Eclesiastés 12:13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

4. Lo más importante en la vida es amar a Dios con todo el ser y amar a los demás como a nosotros mismos (esto incluye a todos los que han sido educados con otros valores).
Mateo 22:37-4037  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38  Este es el primero y grande mandamiento.
39  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
40  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

A veces las personas odian a los cristianos porque creen en la verdad de la Biblia. Pero con frecuencia la razón porque nos odian es por la actitud que uno tiene. El problema no es tanto tu posición sino tu disposición. Amemos la justicia, odiemos el pecado, pero hagamos todo en el amor, la humildad, la paciencia, la mansedumbre, la bondad, y el denuedo de Cristo. Éstos también son valores que inculcamos en nuestros hijos, a la vez, orando que un día confiarán en Jesucristo como Salvador y que entonces sean creyentes ejemplares que reflejarán el carácter de su Señor.